Hubo
un tiempo en que Valencia estaba llena de moreras. Hubo un tiempo en el que la
seda vestía a los valencianos. Hubo un barrio en la ciudad en el que los
“velluters” se saludaban diariamente. Hubo un tiempo en que las señoras
sofocaban el calor con ricos abanicos de seda.
Testigo
de todo el resplandor sedero que vivió Valencia, sobre todo en el siglo XVIII,
es el Colegio de Arte Mayor de la Seda del que os quiero hablar y mostrar
algunas imágenes.
Este
edificio se encuentra en la calle Hospital, 7 y se construyó en el siglo XV
cuando se funda el gremio de Velluters
o sederos. El edificio sufre algunos cambios, sobre todo en la fachada, durante
el siglo XVIII otorgándole un aspecto barroco que es el que actualmente vemos. La
pena es que, para apreciar como merece esta fachada, tenemos que ignorar los
graffiti, la suciedad, la dejadez y la mala conservación del edifico. San
Jerónimo, patrón de los Velluters, nos da la bienvenida sobre la puerta
principal, relieve hecho por el valenciano Ignacio Vergara. Los balcones asoman en esta fachada
casi con vergüenza pues los paneles cerámicos que los decoraban están en muy
mal estado o directamente no están. El interior del edificio no se puede
visitar, se debe rehabilitar y por parte de las autoridades competentes no hay
mucho interés, no quiero pensar que sea fruto de su ignorancia ante un edificio
tan emblemático sino más bien del interés en invertir en otros asuntos.
El
día que este edificio abra sus puertas a los visitantes, no sabemos cuando pasará, podremos ver una
escalera barroca que da acceso a la planta principal y el salón de actos
decorados con bellos paneles cerámicos, podremos ver la maquinaria, el patio
interior o las pinturas de José Vergara.
Es el siglo IX cuando Valencia se introduce en la industria sedera pero será
más adelante, con la llegada de mercaderes genoveses y pisanos y sus
actividades comerciales en el negocio de la seda, cuando Valencia se adentre
por completo en este mercado. Además llegaron castellanos trabajadores de la
seda para establecerse en Valencia. Así pues, el siglo XV supone el despegue de
la seda valenciana con una mezcla cultural muy interesante. Avanzando en el tiempo,
fue el siglo XVIII el momento de mayor esplendor de la industria gracias sobre
todo a la abundancia de materia prima y a la decadencia de otros centros
sederos castellanos y andaluces.
Para
la ayuda a la rehabilitación de este edificio histórico el Colegio ha abierto
una pequeña tienda Espai Seda http://www.colegiodelartemayordelaseda.es/noticias/Apertura donde se venden productos elaborados con
este material e intentan concienciar de la importancia del edificio y de la
historia sedera valenciana. Poco a poco, su trabajo va dando sus frutos y se ha
podido rehabilitar un maravilloso telar y la sala contigua a la tienda. Podemos
apreciar en Espai Seda cuán meticuloso es el trabajo del sedero y la magia de este material con
esos colores tan vivos. Un artesano trabaja todas las mañanas con mucho
mimo realizando un espolín en el telar recién restaurado.